3.8.07




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Desde que Boris Hoppek dejó Berlín para instalarse en Barcelona, en muchas paredes de Gracia y Ciutat Vella han proliferado unos dibujos a tiza de formas primarias en los que aparecen chicos y chicas, mujeres y hombres, personajes de un imaginario muy particular que vienen a reflejar la esencia de nuestra especie. En su obra, plantea desde su perspectiva extrañamente ambigua temas como el amor, el sexo, la lucha, el racismo, el nacionalismo o la inmigración en un juego en el que la ironía toma un papel importante a través de formas de una sencillez y personalidad excepcionales. La combinación de estos elementos da lugar a las más diversas manifestaciones; aparte del grafitti en espacios urbanos, en tiza o con spray, este alemán es un maestro del “freestyle sewing” (costura de estilo libre): produce manualmente cada una de sus “bimbosculptures”, unos muñecos de trapo para adultos que nada tienen que ver con los asexuados productos de la industria juguetera. Los Bimbos, al igual que el resto de sus personajes, tienen pene y vagina, son sexys, coloristas, divertidos, perversos, agresivos, morbosos,…





Entre la sonrisa ingenua y el mensaje didáctico. El arte de Boris Hoppek es un juguete de niños con instrucciones para adultos.La obra de Boris Hoppek presenta un manual de psicología, marginación, ternura y violencia que nace de hilo y aguja hasta conformar la obra de arte. Reúne materiales reciclados y se sumerge en el desarrollo de la creación humana. De la fecundidad a la muerte. Arte para pensar y ser pensado. Hoppek, el autor de los “bimbos”, los muñecos de tela con sexualidad, El artista alemán afincado en Barcelona ha mostrado su trabajo en numerosas galerías en Europa y ha participado en ferias de arte en Madrid, Basilea, Miami y Nueva York.







Todo aquel que se haya dado un paseo por los barrios de Gracia y Ciudat Vella de Barcelona conoce el trabajo de Hoppek, aunque probablemente no sea consciente de ello. Y es que, Boris Hoppek, aunque procede de Berlín esta afincando en la Ciudad Condal. Sus dibujos a tiza de mujeres y hombres procedentes de su particular universo son fácilmente identificables. Amor y lucha, son los ingredientes básicos del personal mundo de este autor. Hoppek está constantemente en busca de nuevas maneras de expresión tanto en espacios públicos, galerías, medios de comunicación…. Recientemente ha publicado el libro ‘Boris Hoppek y Sancho Panza’ una buena retrospectiva de su obra, ha colaborado con el afamado Hotel Fox, su trabajo ha aparecido en publicaciones como Rojo, Libération, Mascotte, o Pictoplasma 2… Y es que, Hoppek , está imparable y no deja de sorprendernos.








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Uno de los diseños más populares ideados por Salvador Dalí, el famoso sofá en forma de boca.
El precedente del mobiliario diseñado por Dalí que esta firma comercializa en exclusiva mundial es ese sofá en forma de boca que el artista realizó en 1972 junto con Óscar Tusquets, quien precisamente estará presente en la inauguración y ofrecerá una conferencia. El destino de ese producto original era la sala Mae West del Museo de Figueras y han tenido que pasar más de treinta años para que pudiera hacerse realidad la producción industrial de este sensual diseño, que no es más que una versión tecnológicamente innovadora de aquel modelo. Se ha bautizado con el nombre de 'dalilips' y se presenta en una exposición en el año en que se celebra en todo el mundo el centenario del nacimiento del genial artista catalán.





La boca como forma estética es una constante que se repite en el mundo pictórico de Salvador Dalí. El artista pintó en 1936 el cuadro que transforma la cara de Mae West en una habitación, donde aparece la primera versión del sofá-boca que llegó a fabricar su amigo Jean-Michel Frank. En los años setenta Tusquets colaboró con Dalí en la construcción tridimensional de aquel retrato, con el propósito de conseguir entonces un mayor realismo en las formas, labios humedecidos por la saliva. El espléndido resultado les animó a plantearse producir una edición numerada de 300 ejemplares, editados por una empresa, Bd, que en 1972 apenas acababa de nacer. Lo llamaron 'Salivasofá' y lo llegaron a presentar públicamente en el Hotel Meurice de París, pero la pieza nunca llegó al mercado porque la tecnología de la época y los materiales de fabricación no garantizaban su calidad y durabilidad.



















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